La meta de cualquier montañero , pienso que es subir hasta la cima. Pero mi meta ha cambiado hace algunos meses . ¿Y cual es? Es subir andando con mi equipo para volar y descender volando con mi vela de Parapente . La historia que os voy a contar en esta ocasión fue en el verano concretamente en el mes de Julio del 2016 .
Me encamine al Palomaret cerca de la población Alicantina de Agost famosa por su Alfarería y por tener una zona de vuelo magnifica .Una vez en la zona deje mi moto en el aterrizaje de levante y empecé a subir hacia el despegue que esta a una altura de 840 mt y el aterrizaje a 440. Con lo cual me esperaban 400 mt de desnivel . Lo subí con mi equipo el cual pesa aproximadamente 7 u 8 kilos .Hacia un calor horrible pero las ganas podían mas que las condiciones tan duras . Me dirigí a una vieja caseta de la luz y una enfrentado al barranco vi que no me lo iban a regalar que habría que sudar El desnivel es bestial. Observaba como algunas velas sobrevolaban mi cabeza y esto me daba aliento en mi aventurilla subía en zig zag para no cargar los gemelo cuando de vez en cuando me daba la vuelta podía divisar algunas montañas Agost y al fondo el mar Mediterráneo el cual le daba un toque especial. Paso a paso roca a roca subía, el agua fresca saciaba mi sed producida por el enorme esfuerzo y el sol abrasador . Llegue a las paredes de escalada conocidas como ¨Gachamigas¨y desde allí me desvié a la izquierda desde aquel sitio divisaba el despegue. Prepare mi vela me acomode en mi silla ligera, la cual era la primera vez que la utilizaba con lo cual me daba algo de miedo . Una vez preparado todo tire con fuerza de los cordinos y la vela se alzo magestuosamente me di la vuelta empecé a correr y a los pocos segundo estaba volando los cordinos cortaban el aire .Estaba volando como lo había hecho muchas veces, pero esa era especial era una especie de recompensa por el esfuerzo divisaba el barranco por el cual había subido . era como un sueño hice varias pasadas a vista de pájaro. La suerte estaba de mi lado, el vario pitaba y gire para a coger altura y me dirigí a la cresta desde allí pude divisar la ventana del viento .
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Muy buen recuerdo Isidoro... ahora a empezar de nuevo con los sueños
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